Mayra Gabriel
Buenas noches a los miembros del Consejo Directivo de la Universidad Popular, a mis familiares y amigos que me acompañan y a todos los invitados en esta noche especial, donde juntos, celebramos los 100 años de la grandiosa Universidad Popular. La UP, un lugar, un espacio, un ambiente para educar, orientar, formar y aportar A LA sociedad mejores seres humanos, dispuestos y comprometidos con lo aprendido, para desarrollarlo, cada quien en lo suyo, de la mejor forma.
Cuando Estefani me llamó, para darme la noticia, de QUE ME habían elegido para recibir la medalla del centenario de la universidad, me preguntó si ACEPTABA el reconocimiento. Me emocioné mucho y le conté algo íntimo por lo que luego de una pequeña charla, le dije que sí la aceptaba. La recibo honrando y agradeciendo a Dios, quien es quien me guía para servirle, quien me ha enseñado a oír mi voz interior, para que sus ocurrencias se vuelvan parte mía, y así, poder seguir sirviéndole con amor, y hoy, con alegría en mi corazón, recibo esta medalla.
Quiero aprovechar a darle las gracias con toda mi alma, a mis papás, quienes me dieron la vida y me inculcaron con su actuar, los principios y valores con los que vivo, y que de forma consciente y muy coherente, estoy transmitiendo, con mi ejemplo, a mi hijo Santiago. A tantas maestras y maestros que me enseñan día a día, con las experiencias que vivo, a ser un mejor ser humano.
Hoy, me siento muy privilegiada y honrada por esta especial medalla, que me entregan en este aniversario, y al mismo tiempo, me comprometo con MUCHA más responsabilidad en mi corazón, seguir haciendo cosas para mí, porque nadie puede dar lo que no tiene, y así, compartir, servir y hacer más con amor, por los demás.
Tengo clarísimo, por las distintas y variadas experiencias por las que he pasado en mi vida, que entre más oportunidades de crecimiento tenga, y elija aprender de ellas, seré una mejor persona si siempre hago el bien, acompañado de la verdad, compartiendo y aplicando lo aprendido en esos hoyos, curvas, subidas y bajadas, en el caminar de esta gran aventura de vida por la que estoy transitando.
Hablar con la verdad siempre, sembrar semillas de amor y dar lo mejor de mí en cada momento sin esperar nada a cambio, ¿cuánto le podemos devolver a la vida compartiendo con excelencia todo lo que podamos? Me refiero a dar tiempo, a prestar nuestras manos para ayudar, dar oídos para oír, a poder platicar con quien necesita platicar, apoyar con dinero si así fuera, compartir el conocimiento o ayudar con personas conocidas, para que se abran otras puertas. Pero lo más importante, es nunca esperar nada a cambio, dar con honestidad, servir con sencillez y humildad y mantener, de manera consciente, al ego anestesiado.
¡¡A disfrutar de la vida, apoyando al arte, la salud y a la educación, para que hayan más oportunidades de dejar huella y TRASCENDER en el mundo!! Muchas gracias . . .
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