Que la verdad siempre prevalezca, ha sido parte de mi filosofía de vida. Siempre he sentido que una de las cosas más importantes que se deben sentir y vivir, es el serse fiel a sí mismo.
Tener pasión y excelencia por lo que se hace, con la frente en alto y viviendo con la verdad. Cuánta gente conozco que vive en apariencia.
Cuánta gente conozco que vive una vida que realmente no es la que quisieran vivir, y hacen cosas para tapar esa soledad y llamar la atención de alguna forma, y viven como víctimas y no como responsables.
Cuántas personas que, en vez de dar de manera incondicional y desinteresada, solo quieren recibir de una forma solapada y sabiendo que el corazón lo mantienen con mentira, en lugar de sentir alegría y satisfacción por una buena vida y un trabajo honesto, porque no saben hablar con la verdad. Por un trabajo que no sea un “copy paste” o, simplemente, repetir sin verificar lo que dicen o escriben. Un trabajo para solo llamar la atención y vender.
Hoy, mis pensamientos los estoy plasmando porque me doy cuenta de lo fácil que es, para algunas personas, vivir repitiendo o escribir sobre alguien lo que no les consta. Escribir, señalando y juzgando, lo que no saben de la fuente. Hoy, siento ese insulto a la verdad, donde la mentira florece a capa y espada, y hace que algunos se expresen con resentimiento, frustración, duda y cólera, con palabras que muchas veces ni siquiera les permiten entender lo que están expresando o diciendo, pero que les ayudan a llenar un vacío existencial.
¡Ojo!, antes de hacer tanto daño y escribir nombres o noticias, así porque sí, sería bueno investigar bien, analizar, evaluar y entender lo que se publica, para saber y no solo para repetir o cubrir en letras un trabajo. Que la mentira y el protagonismo, con noticias baratas y falsas, enseñen a la larga, algo; para saber que así no es como se gana un nombre o una marca de confianza y honestidad, sino todo lo contrario. Por eso, hoy le digo y pido a los que escriben de manera pública, que la verdad siempre prevalezca.
