top of page
Foto del escritorMayra Gabriel

Lo que bien se siembra con gozo se cosecha

Qué rico es vivir y saber que: “lo que bien se siembra con gozo se cosecha”.


El tiempo pasa, porque no se detiene, las historias varían dependiendo de quién y cómo las cuenten. Los liderazgos pueden ser de una u otra forma, con sencillez y humildad o con vanidad y soberbia. No hay bueno ni malo, pues todo eso, al final, es simplemente información.


En fin, lo que quiero transmitir es lo importante que es sembrar con amor y paz, con sencillez, con un abrazo o una palabra auténtica, sincera y de corazón, para sentir una cosecha propia y con gozo.


Yo soy un alma auténtica, que me amo y me apruebo, ¿y tú? ¿Siembras de manera auténtica para disfrutar de tu propia cosecha? ¿O eres de los oportunistas que gozan de una cosecha que no sembraron y, por lo tanto, no valoran la experiencia de haber aprendido todo lo que conlleva la siembra?

Sembrar no solo es el acto de colocar en la tierra una semilla. Sembrar es dar una palabra de aliento, de amor, de paz. Sembrar puede ser dar la mano cuando alguien la necesita, sin que lo esté pidiendo. Dar ese abrazo solidario o el tiempo para acompañar a alguien. Hay muchas formas de interpretar el sentir de sembrar. Lo que sí está claro, para mí, es que yo soy hoy, gracias a lo que he dicho y hecho, lo que he sembrado de hoy hacia atrás. Punto. Nada más que eso.


Puedo tener varias historias dentro de mi propia historia, pero definitivamente mi pasado con las huellas que dejo, las semillas que siembro, las palabras que transmito darán el fruto exacto de lo que dije e hice. No puedo sembrar semillas de maíz y cosechar aguacate. Lo importante es aprender a ser tú, transmitir y

sembrar tu esencia de transformación en todo lo que hagas y digas, y que el valor de tu palabra quede sembrado. Ser auténtico es esencial. Tener claro que cada problema u oportunidad de crecimiento es definitivamente la semilla de un poderoso milagro exponencial, como le oí decir a Ismael Cala.


Lo que bien se siembra con gozo se cosecha. Gálatas 6:7-8 dice: “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.


Qué rico es vivir y saber que: “lo que bien se siembra con gozo se cosecha”. El tiempo pasa, porque no se detiene, las historias varían dependiendo de quién y cómo las cuenten. Los liderazgos pueden ser de una u otra forma, con sencillez y humildad o con vanidad y soberbia. No hay bueno ni malo, pues todo eso, al final, es simplemente información.

En fin, lo que quiero transmitir es lo importante que es sembrar con amor y paz, con sencillez, con un abrazo o una palabra auténtica, sincera y de corazón, para sentir una cosecha propia y con gozo. Yo soy un alma auténtica, que me amo y me apruebo, ¿y tú? ¿Siembras de manera auténtica para disfrutar de tu propia cosecha? ¿O eres de los oportunistas que gozan de una cosecha que no sembraron y, por lo tanto, no valoran la experiencia de haber aprendido todo lo que conlleva la siembra?

Sembrar no solo es el acto de colocar en la tierra una semilla. Sembrar es dar una palabra de aliento, de amor, de paz. Sembrar puede ser dar la mano cuando alguien la necesita, sin que lo esté pidiendo. Dar ese abrazo solidario o el tiempo para acompañar a alguien. Hay muchas formas de interpretar el sentir de sembrar. Lo que sí está claro, para mí, es que yo soy hoy, gracias a lo que he dicho y hecho, lo que he sembrado de hoy hacia atrás. Punto. Nada más que eso.

Puedo tener varias historias dentro de mi propia historia, pero definitivamente mi pasado con las huellas que dejo, las semillas que siembro, las palabras que transmito darán el fruto exacto de lo que dije e hice. No puedo sembrar semillas de maíz y cosechar aguacate. Lo importante es aprender a ser tú, transmitir y sembrar tu esencia de transformación en todo lo que hagas y digas, y que el valor de tu palabra quede sembrado. Ser auténtico es esencial. Tener claro que cada problema u oportunidad de crecimiento es definitivamente la semilla de un poderoso milagro exponencial, como le oí decir a Ismael Cala.

Lo que bien se siembra con gozo se cosecha. Gálatas 6:7-8 dice: “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.

36 visualizaciones

Entradas Recientes

Ver todo

Σχόλια


bottom of page